7.8.07

Hoy, hace tres años

Hoy me desperté a la madrugada. No pude volver a dormirme por un par de horas. Estaba inquieta, daba vueltas en la cama en un duermevela insólito. Sentía una especie de terror sin nombre, pero no podía asociarlo con la imagen de ninguna pesadilla. Justo antes de volver a dormirme, Tino se despertó sobresaltado; fui hasta su cama. Me preguntó si estábamos en casa. Le contesté que sí, y me pidió que lo llevara a la cama grande. (No es muy común en él, en realidad, duerme toda la noche en su cama). Hoy, cuando abrí los ojos a la mañana y saludé a mi hijo en su tercer cumpleaños, me di cuenta de que me había despertado exactamente en el momento en el cual, tres años antes, comenzaba con el trabajo de parto. En ese momento, mi compañero y yo no vivíamos en nuestra casa de Montevideo, sino en un departamento prestado en Buenos Aires unos días antes de nacer el crío. Raro? No creo. A veces me parece que el cuerpo tiene una memoria paralela, más aguda que la memoria de la mente. Como si la piel, los huesos, los músculos recordaran las sensaciones en las que estuvieron muy comprometidos. A propósito, recuerdo ahora un relato sobre esta experiencia. Un texto que quiero mucho, no tanto por su calidad como por el proceso importante que significó trabajar en él. Es un trabajo surgido del maravilloso taller de Mitología y Escritura de G. Onetto. Voy a ver si logro pegarlo acá para compartirlo. Se llama Mae.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, qué suerte que me avises que estas cosas pasan: mañana temprano Astor estará cumpliendo sus 3 años también!

Claro que él nació por cesárea programada, pero eso también mueve muchos asuntos, ansiedades previas, sensación de embarcarse en un viaje sin retorno, con valijas y todo, etc

Ya te contaré si tengo sueños raros o extraños despertares, o si el que te dije percibe algo de esos mundos invisibles!