28.5.11

animal jaula

Al león lo conocí enjaulado. Pude adivinar algunos de sus hábitos por los cartelitos pegados en la jaula. Así aprendimos el uno del otro, por estos mensajes en los barrotes. Yo afuera, él en ese adentro. Esto me gusta, dice, esto no me gusta parece decir cuando no dice nada. Me hacés reír decía un papelito amarillo que la humedad despegó enseguida y el viento se llevó. Ahí me di cuenta de que yo también estoy enjaulada. Hay muchas jaulas y todas se repiten.

Las nuestras no se tocan. Nadie se toca. Nadie quiere salir. Todos somos un ni siquiera te conozco. Pero estamos atentos. A veces espío a través de los barrotes. Trato de ver si el león aún sigue vivo o si ha muerto hace siglos como una estrella vieja. Hago sonar los fierros con mis nudillos como un xilofón monocorde. Imagino que abro la puerta de mi jaula -muy sigilosa para no hacer ruido- la entorno y avanzo en puntitas para no despertar a los demás. Las jaulas no tienen llave pero el ojo que vigila te deja pasar a veces. El está hecho un ovillo en su propio rincón. Es un animal majestuoso pero herido y furioso. Imagino que estiro un dedo y lo toco, acá en la columna vertebral. El no se da vuelta, pero detiene la respiración un instante, se revuelve en su soledad, como sabiendo que hay alguien. Sin embargo, no se da vuelta. El sabe que no debe. Son las reglas. Sabe -igual que yo sé- que si lo hace, todas las jaulas del mundo van a apagarse de pronto y no habrá modo de salir de esta libertad.

 
Texto in situ a propósito de la maravillosa obra de Rodrigo Flo en el Torres García. Gracias Morgana, gracias.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustaron mucho cuando los leíste, y en la relectura mucho más!
Ese Rodrigo Fló se las trae ¿eh? Yo de pintura, ni idea, pero si hemos de ver los resultados de varios textos que escuchamos ahí, uf... Ambos me gustan. Creo que este segundo más. Será por eso de las jaulas que no se tocan. Excelente.

Anónimo dijo...

hay lecturas
que son como caricias
y hay manos que escriben
como el terciopelo

K

Vesna dijo...

Gracias, son viejos textos que uno olvida, porque el blog es así. Que los comentes -me alerta el mail- me obliga al placer de volver a ellos, como mirar viejas fotos. Después de escribirlo,me dí cuenta de que estaba escribiendo sobre el fb, qué curioso.