2.11.08

Despertar imposible

Hoy en la madrugada desperté con las imágenes claras y transparentes de un sueño que me parecía sumamente importante. Era ese momento de la madrugada en que no es de día ni es de noche. Una brisa finísima se colaba por la ventana. Había un pájaro de esos que si los oyes, despiertas irremediablemente. Tengo que anotarlo, me dije. Estaba esa mujer de largo cabello castaño, una mujer a la que yo respetaba; supe que tenía que registrar lo que me había dicho. Pero me dio fiaca levantarme, buscar mi cuaderno verde, la birome que Tino había usado antes de dormirse e imaginaba tirada sobre la mesa del living o en la cocina o en el baño, quién sabe, me dije, cada vez con más sueño, dónde está la birome, la birome, dónde está; pero me voy a acordar, no me puedo olvidar jamás de este patio, con una escalera a la derecha, como las viejas casas de Palermo, la escalera que lleva a una terraza donde hay una piecita que… y yo subí a… pero no hace falta anotarlo porque me voy a acordar y sin embargo… me ha quedado esta isla de olvido infectado de una imagen inasible perseguida durante todo el día, como si nunca me hubiese terminado de despertar. Había una mujer, y un patio, y yo tenía algo que hacer allá arriba; yo subí y descubrí que… Cuando desperté, la birome estaba sobre la mesa de luz sobre el cuaderno verde y jamás recordé esta anotación inquietante, un garabato hecho aparentemente en un estado sonámbulo:“Abro y hay una mujer que sueña dormida sobre un cuaderno verde; es bella pero ha envejecido sin moverse; parece que duerme hace tanto tiempo que las arañas han tejido una tela sobre ella y ya no podrá subir a la azotea a abrir la puerta de la pieza donde duerme una mujer igual a ella recostada sobre un cuaderno verde”.

5 comentarios:

Fernanda Trías dijo...

¡Qué imagen más inquietante! No tengo ni idea qué puede significar. Hay que llamar a Ginebra, la desentrañadora de sueños...
Besos,f

Eleuterio dijo...

Es que me comés mollejas y bagnacauda y buseca a las doce de la noche...cómo no vas a tener sueños difíciles de asir.

VESNA KOSTELIĆ dijo...

Será que somos lo que comemos, ergo, tenemos los sueños que nos merecemos? Vos crees que mi insomnio tiene que ver con comer tan livianito de noche?
Ahora bien, vos no te hagas el frugal, tampoco, que te conozco mascarita.

Eleuterio dijo...

Tienes tare apara el hogar. Mira mi blog

Anónimo dijo...

Muy Bueno Vesna, muy bueno.